El hotel está cerca de Montmartre, lo que lo hace conveniente para visitar lugares icónicos como la Sacre-Coeur, que queda a pocos minutos a pie. Me gustó mucho la decoración del lugar, que es muy acogedora, y la limpieza de la habitación estuvo a la altura. Sin embargo, el barrio puede dar un poco de miedo por la noche, ya que hay muchas personas en la calle. En general, es un hotel agradable para visitas cortas a la ciudad.

Vaya sándwiches gourmet encontré en el Brasserie Barbes! Además, la decoración del hotel es realmente acogedora y el personal fue super amable, siempre dispuesto a ayudar. Cada mañana, el desayuno variado me hacía sentir como en un festín.

Sin embargo, la habitación era un pequeño cubículo. No había ni un triste jabón ni pantuflas, y cuando pregunté por el jabón, la recepcionista me dijo que se les había olvidado. Vamos, eso no es de un hotel de 4 estrellas. Un poco decepcionante.

El hotel tiene una decoración moderna y acogedora, ideal para descansar. Sin embargo, la habitación era un poco pequeña.

Una estancia con detalles encantadores

El hotel tiene una decoración elegante y moderna, además de un ambiente acogedor que invita a relajarse. El servicio del personal es excepcional, siempre dispuesto a ayudar y hacer que te sientas como en casa. El desayuno es variado y delicioso, algo que realmente disfruté cada mañana.

Sin embargo, hay que tener cuidado al salir por la noche, ya que la zona puede parecer un poco desgastada. La habitación tenía un pequeño inconveniente, la falta de un calentador de agua, lo que dificultó un poco el consumo de mate que teníamos costumbre.

La decoración es elegante y acogedora, haciendo que cada rincón del hotel se sienta especial y cómodo. Disfruté mucho de la atención del personal, siempre amable y dispuesto a ayudar con una sonrisa.

Mayor cuidado en la limpieza de las habitaciones.

Lo que me habría gustado saber antes

Las habitaciones son pequeñas y con mala insonorización. el ruido de la calle se siente demasiado. La temperatura del agua de la ducha es inconsistente, lo que puede resultar frustrante. La zona es un poco inquietante por la noche, así que es mejor estar atento. El desayuno tiene mucho potencial, pero la calidad del café necesita mejora.

La decoración estaba muy cuidada y acogedora.

El barrio donde se encuentra el hotel deja mucho que desear, especialmente por las noches, ya que la sensación de inseguridad es palpable. La habitación era extremadamente pequeña y la insonorización era deficiente, por lo que se escuchaba todo el ruido de la calle. Además, el desayuno podría mejorar en calidad, ya que el café que servían no era el mejor.

Una experiencia inolvidable en París

El hotel tiene una ubicación estratégica muy cerca del metro, lo que facilita explorar la ciudad. Las habitaciones son limpias y modernas. Conviene tener cuidado al salir por la noche hacia Barbès. Consejo, disfruta del desayuno temprano para evitar la multitud.

el hotel tiene una decoración muy bonita y acogedora. la ducha no drenaba bien.

La atención fue excelente, el personal muy amable. Wi-Fi débil en la habitación.

El hotel tiene un ambiente acogedor y la decoración es moderna, lo que realmente disfruté. Sin embargo, la zona puede ser un poco inquietante, especialmente por la noche, y la habitación era un poco pequeña, lo que puede ser un inconveniente. En general, es un lugar adecuado para estancias cortas, pero quizás no sea ideal para familias.

la decoración es muy moderna y acogedora además de que el personal fue extremadamente amable. la ubicación es excelente, cerca del metro y a un paseo de montmartre y el sacré cœur.

podrían mejorar el servicio de limpieza a fondo 😅.

La atención del personal, la limpieza, el desayuno variado – todo fue genial!

La atención del personal fue excelente, siempre amables y listos para ayudar. La habitación era moderna y acogedora, perfecta para descansar. Además, la ubicación es ideal, cerca de Montmartre y con fácil acceso al metro.

El ascensor seguro que está de vacaciones, ¡más ejercicio del deseado!